Thursday, October 27, 2011

Befruchteter Kaviar

Hallo, kann ich bitte 10g von dem befruchteten Kaviar bekommen??? Ich habe gehört, es soll ausgezeichnet schmecken! Zum Mitnehmen bitte!

Von wem
       haben Sie
                     das
                     denn
                         gehört?

Der Herr, der gerade aus Ihrem Geschäft rauskommt, der sehr dünn ist und ein unbestimmtes, kriminellähnliches Lächeln hat, der hat mir das erzählt. Soll sehr gut zu Straußeiern passen!

Eigentlich beinhaltet Kaviar aphrodisierende Pheromone; unser Kaviar ist da besonders hochwertig und hat einen großen Anteil an solchen Stoffen.

(Mit dem Ton einer jungen alten Dame, ca 1877) Bitte verzeihen Sie meine Unwissenheit, aber ist das gesundheitsschädlich?


Absolut nicht! Ganz im Gegenteil! Es fördert die Gesundheit, und grade bei Frauen, die unter Übernervösität leiden, kann dessen Verzehr
zu einer kontinuierlichen Minderung ihrer Anfälle
             ^

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führen. Es wird sogar von den wichtigsten  |  Psychoanalytikern
unserer Tagen empfohlen!             |
                                                    aber sag jetzt endlich                                                                   mal, ob eine Heilung damit
                                                            möglich ist!?!!?


Gut, dann nehme ich gleich 20g mit!

A veces se lo recuerdan

A veces se lo recuerdan, que no se conocen. El otro dice algo, ya tal vez se pasa en su intromisión fantasmática, y, claro, como consecuencia viene entonces la reacción:

- Pero, por qué tratás a Pepe como si fuera un desconocido??

- Bueno, - y esto es Pepe quien lo aclara - primero porque aquí no hay ningún Pepe, yo me llamo Juan, y segundo bueno, - y en ese momento es cuando el otro está esperando ya sea ver en sus ojos una complicidad que culmine en un medio abrazo, de lado, como de colegas, - es que no nos conocemos...! - con una sonrisa, ya una embriaguez es evidente, pero ella es de palabras, desde luego húmedas en vino de Borgoña, pero palabras a fin de cuentas.

- Apenas hoy, jajaja

Ya desde el inicio, la gente esperaba ver el momento, en que ellos se conocieran y pareciera como si se hubieran conocido de toda la vida. Espectro desconocido y aún infinito de posibles interacciones,
tan desconocidas como a la vez anticipadas. No cuenta tanto la reacción, al final fue un evento.

- Quiero tanto que conozcas a ...! ;)

Sunday, June 5, 2011

La signatura del tiempo

Sabía moverse bien en círculos donde lo apreciaban. Esa tarde, por ejemplo, se encontraba en la universidad V, en una actividad de arquitectos que contaba con la presencia de varias personalidades. Entre los invitados estaba su gran amigo K, un reconocido urbanista que visitaba la ciudad. Se saludaron cordialmente y, por alguna razón, en pocos segundos se encontraba como centro de la atención de todos los arquitectos y estudiantes.

Había estado fuera recientemente y no era la primera vez en poco tiempo que se le cuestionaba acerca de su orientación sexual. K fue esta vez quién hizo la acostumbrada pregunta. Los arquitectos y estudiantes se congregaban en especie de semicírculo a su alrededor, y les habló de esta forma:

Compañeros,
Frecuentemente, durante mis viajes, o cuando estoy de visita donde amigos, en universidades, o, en fin, en cualquier situación en la cual tengo oportunidad de conocer nuevas personas o de revisitar pasados conocidos, me encuentro con la pregunta de, dada mi sexualidad, ¿qué prefiero? ¿Me gustan más los hombres o las mujeres?
En este aspecto hoy quisiera recalcar, que para darle respuesta a la cuestión de la bisexualidad, así como para casi cualquier otro problema, debemos recordar que las cosas se inscriben en un determinado tiempo.
Así como los hechos ocurren en un determinado lugar, espacio físico, sea circunstancial o no, el cual podemos ubicar por medio de las conocidas coordenadas, en su sentido más simple, alto, ancho, largo; así como en compañía de determinadas personas, también circunstanciales o no, inscribimos nuestra vida, nuestros momentos, en un tiempo determinado. Un tiempo que entendemos de dos formas: primero, como una otra dimensión que agrega identificabilidad más allá de las que ya hemos mencionado; como una medida, sí, también de sincronía y concurrencia, pero sobre todo de finitud que pesa sobre todos nuestros actos. Más allá entenderemos este tiempo también como un fenómeno colectivo y podemos asignarle entonces el sinónimo: época.
Los presentes escuchaban con atención, haciendo ademanes que indicaban aprobación. Esto lo fascinó, y por ello continuó:
La signatura del tiempo como dimensión, marca la bisexualidad, al menos a mi entender, como un fenómeno limitado, finito. Dirán: “como todos”, pero perderían el sentido que quiero darle aquí, que es que una determinada preferencia, no importa cuál sea, no es eterna, nunca lo es, y por ello es mucho más simple pensar en ella como una determinada fase, más que como una preferencia absoluta, signataria del sujeto y que pesa sobre él eternamente, para bien y para mal.
No, a mi entender cualquier preferencia es transitoria por naturaleza; me pregunto si esto no es obvio incluso para los más jóvenes, ya lo saben, mis favoritos, hasta para quienes ya en este punto será obvio que no se enamora uno en la vida de una sola persona; que aún un “amor de la vida” es transitorio inclusive en el caso de que realmente durara toda la vida, porque sabemos que en ese caso no habrá realmente sólo uno.
Y entonces, pregunto yo, ¿qué diferencia hace si en estas transiciones el objeto de mi afecto, de vuestro afecto, cambiara, pero no solamente en tanto el individuo que amamos, sino entonces además en su signo sexual?
Y yo sostengo entonces, al menos desde mi entender, que aparte de un par de adaptaciones fisiológicas evidentes, cambios en la forma de gozar -que hacen precisamente la vida entretenida- no hay ninguna diferencia en lo absoluto.
Regresemos entonces a la pregunta del tiempo como época en la cual se inscribe nuestra sexualidad. Y en ese caso tengo que decir, simplemente desde la observación, que debo determinar que tal orientación bisexual parece bastante frecuente en esta época. No tengo, por ahora, una gran explicación para esto. Tal vez tenga que ver con el discurso capitalista y el imperativo del consumo, que nos acostumbra a no querer perdernos de nada. Escoger un objeto de afecto implica descartar otro (u otros), y no estamos quizás dispuestos, en este momento histórico, a dejar pasar ningún goce. Tal vez es puro hedonismo tal cual lo describo, pero sinceramente lo dudo.
En este punto su público se encontraba distraído. Las voces de los arquitectos acallaron la suya. Reconoció entre las personas a alguien muy deseable, M. Dejó de hablar, frustrado, mientras las otras conversaciones ganaban terreno. Al salir, K le gritó que no debía enojarse por tan poca cosa. "No estoy enojado", le respondió, y siguió su camino.

Friday, June 3, 2011

y, después de tanto tiempo los volví a ver, esta ves con una mirada de deseo, en lugar de resentimiento, y la pregunta: cuándo tendré tiempo para todos????

Saturday, January 1, 2011

Heisenberg

Al final, la única forma realmente fehaciente de saber si un secreto era secreto o no es revelándolo. La reacción de quienes lo escuchen demostrará la verdad absoluta de lo que la mente paranóica no hubiera dejado de maquinar un segundo, sin resultados.

Entonces claro, se rompió un secreto. No hay forma de saber esto sin romperlo. Es la paradoja. Y el instante de placer que nos reservamos, a veces, por años...