Friday, February 26, 2010

Everything in its right place

De pronto se encuentra circulando, como mil pensamientos, un millón de recuerdos lo bombardean, pero en ellos, en ese pensar, circula. Y se siente rodeado como de un aura, como si entre el montón al fin fuera por completo diferente, como si, igual que siempre supo, no perteneciera ahí ni a ninguna otra parte. Pero hoy tiene total sentido, le da lo mismo, ya sabe que podría estar en cualquier lugar y sería el mismo desencajado, misfit, pero hoy brilla con una luz de cambio, con un dolor profundo que lo hace sentir más vivo que nunca.

Por primera vez es dueño de sus recuerdos, por primera vez su pasado es suyo y es algo que realmente ocurrió. Y él es parte de ese pasado. La cantidad de sentimientos que ese pasado alberga es abrumadora... Pero al fin, al fin es suyo! Este ya no se va a escapar...!

Llegan a su mente tantos momentos, son como un tren arrollador, pero él, a la vera de la vía férrea, resiste. Mosaikos. Tribal. Conocer a alguien, enamorarse, besarla, amarla, dejarla, todo una y otra vez, pero esta vez sí ocurre, si tiene desenlace, sí tiene sentido, sí es suyo. Estudiar lo que estudió, no las mil otras posibilidades que no estudió, en el lugar donde lo hizo, disfrutando como lo hizo de los lugares comunes que significaron algo todo este tiempo. Hoy te diste cuenta recién, de que en realidad sí perteneciste a todo eso! De pronto puede ver todas las conexiones, de pronto todo tiene sentido y claro también nada lo tiene. Pero por una vez nota que todo aquello le pertenece para siempre. Nunca nadie se lo va a quitar.

Quiere llorar, quiere gritar, quiere correr. Pero camina. Pero calla. Y aprecia ese silcencio profundo. Hay tanto contenido en él!

También aprecia el poder que tomó la música. Cuántos meses o años puede pasar buscando sentir una pieza así! Cuánto podría haberle tomado encontrar un disco que amara tanto! Pero sobre todo, que poder experimentar tal intensidad en cada acorde de casi cualquier cosa que se proponga escuchar, que eso, y está seguro, es el sentido mismo de su existencia, que en esas notas y el desgarramiento que provocan, deviene vida.

Keep walking. Ya casi estás ahí! De lo único de lo que no duda, es de que pronto habrá un desenlace. Al fin...

Monday, February 8, 2010

Ahora ella espera algo, que con cada día que pasa siente menos que va a llegar. Prefería mil veces cuando un atraso era no hacer una tarea; quedarse en un examen y tener que presentar. Como hacía tan poco, que, presentando, había logrado salir del cole. Casi podía decir que todavía tenía goma de la fiesta que se pegó cuando finalmente lo logró.

Y la vida la había premiado con alguien que consideraba especial. Al fin, pensaba, alguien me va a tratar como me lo merezco. Atrás quedarán los días de dolor; atrás los golpes, los insultos. Atrás quedó montarse en una moto, irse a dar una vuelta, y pagar la gasolina en especies.

Ella se sienta, en su cama, debajo de un bombillo pelado, escuchando la canción que la hace vibrar, que dice lo que siente. ¡Cómo le gusta que la admiren, pero cuánto más deseaba que la respetaran por la persona sensible que es!

Y aún así, siempre tropezaba. Ella no lo entiende aún, pero es por su edad. Porque cuando te das cuenta de que la edad cuenta en algo, más allá de si te salieron tetas o no, cuando te das cuenta de eso es que ya pasaste por ahí hace rato.

Se nos olvidan sutilezas. Como que la vida es una espiral recursiva, y no una mera repetición. Cada vuelta, cada giro, cada regreso, es regreso solo hacia un punto nuevo, un comienzo de la siguiente iteración. Todas diferentes aún en su similitud.

Pero ese no fue su olvido. Ella olvidó que la vida se abre paso, a como sea. Sí, la vida se vale de su propia juventud, de su cuerpo hermoso, de sus labios tibios, de un abrazo tierno y a la vez apasionado, de recorrer su espalda, palmo a palmo, de descubrir cada rincón de su cuerpo...

Pensaríamos que la vida nos juega una trampa. Pero la trampa está, más bien, en pensar que estamos fuera de ella para mandarla.

Sentada en su cama, mira por la ventana... Por favor, ¡que pase esto, que pase esto ya! Cierro los ojos, me tapo los oídos, me meto a la ducha, me voy a comprar pan, no hay forma de olvidarlo. No hay forma de no angustiarse cuando mami pasa, de evitar que cuando me pregunta algo siento el corazón que me va a estallar. Andar por la casa como un fantasma, por favor, ¡quiero ser como antes otra vez!